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Peque HACER 19 DIG Calle San Basilio - C

Marte (1638) - Diego Velázquez - Óleo sobre lienzo 179x95 cm - Museo del Prado.

El Marte de Velázquez está documentado por primera vez en la Torre de la Parada, una residencia real de caza donde Felipe IV podía practicar su entretenimiento favorito. Además estaba dedicada a las aficiones artísticas del rey, ya que se decoró principalmente con temas mitológicos ovidianos encargados en 1636 a Rubens y a su taller. Era justo que el pintor real, Velázquez, estuviera representado en una colección tan importante, donde también se instalaron sus imágenes de Esopo (P01206) y Menipo (P01207) y varios retratos de enanos. El contraste estilístico entre sus obras y las de los artistas flamencos sería motivo de deleite para un entendido en pintura como era el rey. Velázquez retrató a Marte en tamaño natural, a partir de un modelo vivo, quizá un soldado veterano, en una postura que recuerda al famoso Ares Ludovisi. Explota las propiedades ilusionistas de la pintura para evocar la presencia de un hombre de carne y hueso; el color cálido de las carnaciones vivifica la figura, que aparece bañada en una iluminación atmosférica realista, con el rostro ensombrecido por el casco. La laca roja, líquida y transparente, está mezclada en húmedo sobre húmedo con toques de bermellón y blanco para crear un juego de pliegues y sombras, y manejada con una fluidez que hace pensar en Tintoretto. Hay un contraste cromático llamativo con el azul primario del taparrabos, que originalmente cubría algo más de la pierna izquierda y seguía el contorno de la derecha. Es el convincente naturalismo que logra la innovadora técnica de Velázquez lo que en última instancia reivindica la superioridad del arte que había escogido en el paragone con la escultura . Como es habitual en Velázquez, hay un tratamiento paradójico del mito, en cuya construcción representa un papel básico la armadura y otros atributos bélicos. Por un lado, su presencia es lo que permite identificar al personaje con Marte; pero, por otro, la forma en la que se exhiben sitúa la representación en un terreno ambiguo. De su armadura, el dios de la guerra sólo conserva puesto el yelmo; y en vez de sujetar erguido el bastón de general, lo apoya con desgana en el suelo. La rodela, la espada y el resto de la armadura yacen a los pies de una cama desordenada, la misma sobre la que descansa un Marte de cuerpo laxo y actitud melancólica. El uso de referencias a armaduras y objetos guerreros esparcidos o amontonados por el suelo tenía una larga tradición figurativa y literaria en la que hay que inscribir esta imagen. Generalmente alude a la derrota de las armas, y con frecuencia al tópico de que el Amor todo lo vence, un tema que tuvo su expresión en la literatura emblemática, que se encarnó en una conocida pintura de Caravaggio (Berlín, Staatliche Museen), y que probablemente subyace en esta pintura (Texto extractado de Portús, J. en: El arte del poder. La Real Armería y el retrato de corte, Museo Nacional del Prado, 2010, p. 108).

Calle San Basilio

San Basilio fue antiguamente el barrio del Alcázar Viejo, barrio cristiano nuevo incorporado a la Ajarquía pero con un urbanismo diferente al musulmán. Perteneciente a la collación de Santa María hasta finales del siglo XIV, se unió más tarde a la Judería pasando a formar parte de la collación de San Bartolomé. Desde el nido de cigüeñas que corona el campanario de la parroquia de Nuestra Señora de la Paz se puede observar el barrio como un refugio, rodeado al norte por altos edificios, cruzado por los muros del viejo castillo, rodeado al sur por la muralla que lo separa del río y lo defiende. Hoy es un barrio silencioso para conservar y pasear. Desde el arco de las Caballerizas, al fondo, la antigua Villa, la Medina, el Alcázar Nuevo, la Mezquita-Catedral, el Palacio Episcopal… La calle Postrera, en arco, sigue la línea fortificada y va a morir en la Puerta de Sevilla. Es un trayecto corto pero emotivo; las fuertes almenas observadas a través de las puertas abiertas de las casas, la calle Postrera como un camino de ronda medieval.

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